Estamos ante una sociedad en la que tanto niños, adolescentes (y familias) están mucho tiempo ante las pantallas. Disponen de acceso a redes sociales cada vez a una edad más temprana y esto tiene consecuencias en su desarrollo.
El uso de Internet, smartphones, tablets… es algo generalizado por todo el mundo. Además, hoy en día tenemos la generación Alfa (a partir del 2010) que nació con un «dispositivo en la mano».
Los niños son capaces de utilizar dispositivos móviles con facilidad y aprender muy rápidamente. Les gustan las redes y todo lo que gira a su alrededor sin medir las consecuencias.
Consecuencias fatales
Se conocen casos de tragedias que ocurren en niños o niñas por realizar retos en Internet y ganar así más “likes” o seguidores.
Es fundamental que las familias tomen conciencia de que los niños y adolescentes no tienen la madurez suficiente para entender las consecuencias de este tipo de actos.
Da igual la edad (11, 13 o 16 años), ninguno tienen la madurez suficiente para comprender que hay que seguir unas normas de uso en Internet.
Es por eso que resulta tan importante que las familias guíen a sus hijos en todo momento en relación con la utilización de este tipo de dispositivos.
Falta de capacidad de abstracción
- Los menores buscan la manera de abrirse cuentas de redes sociales, aunque no tengan la edad permitida. Es importante que las familias sean conscientes del peligro.
- Se debe de instalar un control parental en sus dispositivos y, sobre todo, que vigilar este tipo de redes.
- Se recomienda que no utilicen las redes sociales hasta que no presenten la madurez emocional e intelectual suficiente para entender la gravedad de las consecuencias ante un mal uso de este tipo de plataformas sociales.
- Los menores utilizan las nuevas tecnologías desde una edad cada vez más temprana, algo que puede tener graves consecuencias.
- Los niños hasta los 12 años no tienen capacidad de abstracción para entender las consecuencias que pueden acarrear la interacción con otras personas.
- Esta capacidad de abstracción se entiende cuando los niños comprenden el sarcasmo o las frases con doble sentido.
- Que los niños no sepan interpretar puede ser peligroso, sobre todo cuando están metidos en el mundo digital. Es por esto que están tan expuestos al abuso y al uso indebido de las tecnologías.
- Aunque sean niños que parece que han nacido con un móvil bajo el brazo, la realidad es que tienen que aprender bien cómo funciona el mundo digital. Entender que no consiste únicamente en ver y escuchar lo que sale en las pantallas o deslizar el dedo para pasar de una aplicación a otra. Consiste sobre todo en alfabetizarse digitalmente.
- Un mundo tan abstracto como es el de Internet puede hacer que los niños y niñas no identifiquen bien cuál es su propia identidad social en el mundo real.
Menos tolerancia a la frustración
- Los niños en la actualidad toleran menos la frustración y tienen un comportamiento más impulsivo, son más impacientes y lo quieren todo ahora mismo.
- La gratificación aplazada parece que no va para ellos, cuando es fundamental para el desarrollo en la vida.
- Esto puede hacer que tengan trastornos emocionales severos en su desarrollo. Al compararse con todo lo que ven en Internet, piensan que sus vidas son mediocres y su autoestima se ve perjudicada.
- También viven irascibles con el mundo y la vida en general, sienten gran frustración y todo esto les hace tener más probabilidades de sufrir ansiedad o depresión en el futuro.
- No son capaces de esperar o ser perseverante para conseguir sus metas, algo que les hace sentir inútiles.
- Tampoco quieren esforzarse porque se han acostumbrado a que no hace falta ser paciente, crecen pensando en que la vida fácil es posible.
El papel de los padres
- Hay niños y niñas que ya tienen adicción al uso de dispositivos móviles, y en estos casos hay que tratarlo como quienes tienen el síndrome de dependencia por otro tipo de adicciones.
- Es fundamental establecer normas y límites para que los niños se acostumbren a tolerar la frustración y a aceptar las órdenes de sus padres.
- Resulta fundamental que los niños no se pasen el día frente la pantalla y que puedan tener una vida en el mundo real.
- Deben realizar actividades con sus iguales, relacionarse y disfrutar de las experiencias vividas fuera de las pantallas o de Internet.
- Las familias deben ser conscientes de la responsabilidad que tienen en todo esto hacia sus hijos.
- Las redes sociales pueden ser una buena herramienta social siempre y cuando se haga un uso responsable de ellas.
- Es fundamental que los niños crezcan siendo niños, que no quieran ser adultos antes de tiempo.
- Los niños no deberían tener un móvil con acceso a Internet o a aplicaciones en su poder por lo menos hasta después de los 16 años… únicamente con fines educativos y supervisado por los adultos.
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