El sentido del humor ayuda a pensar de manera racional, proporciona sentimientos positivos de alegría y felicidad y ayuda a superar y afrontar los problemas con energía y fuerza.
Las ventajas del buen humor son muchas, tanto físicas como mentales. Así, diversos estudios afirman que las emociones positivas protegen la salud cardiovascular, reducen los síntomas de cualquier enfermedad o nos ofrecen una mayor tolerancia al dolor.
Pero no solo es bueno para nuestra salud física, también para la mental, ya que el sentido del humor nos ayuda a pensar de forma racional, relativizar los problemas, desconectar y afrontar con más fuerza y ganas cualquier adversidad.
No obstante, el sentido del humor de los niños no es igual que el de los adultos ya que su capacidad de abstracción es mucho menor y la van desarrollando con el tiempo. Por eso, es esencial saber qué les hace gracia a cada edad para poder entender su sentido del humor y potenciarlo:
- BEBÉS: les hacen gracia las muecas graciosas o los ruidos extraños que hacen sus papás.
- 2-3 AÑOS: les hacen gracia los dibujos animados en los que los personajes se dan golpes o se hacen chichones.
- 3-4 AÑOS: lo que más les hace reír son los temas escatológicos. En cuanto se habla de algún tema así, se ríen.
- 4 AÑOS: son capaces de entender chistes sencillos y las cosas que les hacen reír cada vez son más elaboradas.
- 6-7 AÑOS: son capaces de comprender el humor basado en adivinanzas o juegos de palabras sencillas.
- 8 AÑOS: son capaces de entender ironías o dobles sentidos de palabras.
- 10 AÑOS: su sentido del humor será parecido al de un adulto, lo que no significa que les hagan gracia las mismas cosas. Los golpes o situaciones en las que alguien se hace daño o hace el ridículo serán lo que más gracia les haga.
¿Cómo potenciar su sentido del humor?
Como hemos visto, el sentido del humor es fundamental para ser más feliz y superar las adversidades, así que es importante que lo potenciemos desde pequeños, siguiendo estas sencillas pautas:
- Se un ejemplo diario de buen humor. Es importante que te vea reírte, incluso de ti mismo, contar chistes y gastar bromas.
- Crea un buen ambiente en casa. La confianza y la seguridad son claves para poder reírse juntos.
- Afronta los problemas desde el sentido del humor, mostrando al niño que, si uno aprende a reírse de sí mismo, relativiza los problemas y estos se vuelven menos graves.
- Aprende a vivir la vida desde el buen humor y la risa, así todo será más sencillo.
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