Las escuelas son esenciales para que se adquieran conocimientos y habilidades socioemocionales, como autorregulación, resiliencia y pensamiento crítico, porque sientan las bases para un futuro saludable.
Estamos ante una sociedad en la que tanto niños, adolescentes (y familias) están mucho tiempo ante las pantallas. Disponen de acceso a redes sociales cada vez a una edad más temprana y esto tiene consecuencias en su desarrollo.